dimarts, 3 de setembre del 2013

RIUS GATELL, Rosa: “De l’ alegría i el dolor a María Zambrano” Sinopsis de Sílvia Gil Cordero

LA FILOSOFIA COM A FORMA DE VIDA

RIUS GATELL, Rosa: “De l’ alegria i el dolor a María Zambrano”


Sinopsis de Sílvia Gil Cordero




La profesora de Filosofía de la Universidad de Barcelona, Rosa Rius Gatell, vinculada al proyecto de investigación, “Filósofas del siglo XX: aportaciones al pensamiento filosófico y político” corrigiendo y  ampliando el texto publicado en italiano “Dell’ alegria e del dolore in Maria Zambrano” La  passività. Un tema filosofico-politico in Maria Zambrano d’ Annarosa Buttarelli, nos indica que la pasividad receptora, aquello que le conferirá sabiduría a cualquier pensador, estará vinculada a la actividad transformadora, la metamorfosis que, otorgan al alma, la alegría y el dolor, los dos sentimientos principales. Así pues, no todo recae en la acción.

Es cierto, también que no hemos nacido para sufrir, pero el dolor forma parte de la condición humana; llega siempre. No hay que perseguirlo, pero es necesario admitirlo y no rehuirlo. Si se soporta, aparece una piel más fina, un renacimiento. Cuando en 1964, Zambrano escribe “Alegría y dolor”, ella y su hermana fueron denunciadas por la cantidad de gatos que acogían en su piso y, literalmente expulsadas de Roma. Sus escritos creados, para producir un efecto,  en las noches de insomnio, están llenos de saltos abruptos, reiteraciones y, faltas de ortografía.

Hay que probar de transformar cualquier pérdida en una ganancia, lo que requerirá tiempo y un proceso de duelo, pero vendrá seguido de una lenta resurrección. Es una manera nietzscheana, según Rosa Rius, de entender la enfermedad como algo que puede ser saludable, un regalo, siempre presente en la filósofa andaluza. Esto es lo que dirá Nietzsche en su obra Ecce homo, que la enfermedad le permitió, estar quieto, pensar, esperar  y leer mucho, tanto que ya no le hizo falta leer más, durante un tiempo. Y es que María Zambrano tuvo que sufrir ella misma, en 1929, una enfermedad, la tuberculosis, en un cuarto blanco, desnudo y sin un libro, mirando hacia arriba o hacia la ventana. Así, durante un año.

He de confesar que, para mí misma, esa situación así, durante un año debió ser muy dolorosa, horrorosa si se me permite la expresión, máxime cuando yo misma, a causa de un ataque de asma a los catorce años, tuve que convalecer durante quince días, encerrada en una habitación de hospital con una ventana minúscula, dónde de soslayo, contemplaba el ir y venir de los coches en la autovía. Al margen de la vida, esperando vivirla, cómo dice Rosa Rius, también viví el regalo de la lectura de la biblioteca de mis padres (todavía recuerdo haber leído a Cortázar y su Autopista del sur, a los diez años, sin tener la menor idea de la envergadura del escritor) y, supongo que, la impaciencia por la acción, que siempre me acompaña.

Pero, también, la alegría (laetitia), la felicidad, el alegrarse es existir más y mejor, como dice Spinoza en la  Ética, porque potencia nuestro existir y obrar. Aprehende uno lo esencial y, en cierto sentido, se convierte en “otro”.

BIBLIOGRAFIA:

RIUS GATELL, Rosa: “De l’ alegría i el dolor en María Zambrano”,en VVAA & LLORCA, Albert (coord.), La filosofia com a forma de vida, Barcelona: La Busca, pp. 139-158


LINKS DE INTERÉS:

http://www.recensionifilosofiche.it/crono/2007-06/buttarelli.htm

http://www.fundacionmariazambrano.org/noticias.aspx?n=0

http://www4.ub.edu/filosofiagenere/index.php?id=93







1 comentari:

  1. Hace poco leí un estudio en el que precisamente comentaban que los pacientes ingresados en habitaciones con vistas bonitas, sobre todo naturaleza y árboles, se recuperaban antes y con mejor ánimo. Debieron de ser muy duros esos días de hospital. Besos: Sol.

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